Esta mañana fui un rato a tocar a uno de mis lugares favoritos de Galway y que suelo visitar bastante con mi guitarra 🎸. Un lugar super bonito, tranquilo, lleno de cisnes, patos, gaviotas y otros tantos animales. El final de un río que desemboca en pleno Océano Atlántico ⭐️
Me apeteció un montón grabar un trocito de ‘Baby I’m gonna leave you’, una canción increíblemente brutal de Led Zeppelin. Me encanta tocarla en acústico y en bucle, normalmente como calentamiento. Y aunque nunca le pongo letra, supongo que ese mensaje confuso que tiene la canción de casi liberación, de querer dejar atrás algunas cosas y no poder hacerlo está impregnado en los propios acordes. A veces no hace falta letra para transmitir mensajes.
Y a mí me transmite calma. Y me hace soñar con que todas esas cosas que me da miedo hacer, sin duda alguna, seré capaz de hacerlas algún día, probablemente no muy lejano. Un día en el que conecte con mi yo más profundo y nada importe más que eso 🎵
La buena noticia es que hace tiempo que tomé el camino correcto ❤️