Cuando mi abuelo era joven se fue a Barcelona en busca de una vida mejor. Él llegó en tren a la estación de Francia y siempre contaba que se quedó acojonado porque nunca había visto tanta gente ni un lugar así de grande. Pero en seguida dijo “si toda esta gente de aquí tiene para comer, el menda come!”. Y digo que si comió 😊
Siguiendo sus pasos, hoy llego yo a Irlanda para luchar por mis sueños y empezar una nueva vida. Yo tengo para comer, por suerte, al menos por ahora, pero no me conformo con las cosas y quiero una vida plena, una vida llena de música. Pero ya os hablaré de mi nueva vida en otra ocasión, ahora sólo quiero contar lo primero que me viene a la cabeza, esas palabras de mi abuelo que escuché tantas veces durante toda mi vida y básicamente son los valores que me enseñó: Hay que echarle cojones a la vida.
Yo no sé cómo me irán las cosas, ya se verá eso, ahora me da igual. Lo único que imagino es la risilla que le entrará a mi abuelo allá donde esté cuando vea que mis cojones son tan grandes como los suyos 😊❤️🎵
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