Domingos

Domingos. Hoy es domingo. Recuerdo épocas donde mis domingos eran aburridos. Domingos enteros que me pegaba viciando a la consola o sin hacer nada que me llenase, y aunque lo recuerdo lejano, no hace tanto de esto. Recuerdo cuando mis domingos eran melancólicos, nostálgicos e incluso tristes. Eran domingos de soñar en algo que veía muy lejano.

Recuerdo muchos domingos en los que el futbol tenía sentido para mí y me encantaba poder ir a casa de mis abuelos y ver el partido con él. Esos domingos era muy feliz, lo dejaba absolutamente todo por hacer ese plan ☺️, y ojalá pudiese hacerlo una vez más. Ahora ya me da igual el futbol.

Recuerdo cuando empezaba a tocar la guitarra hace mil años, mis domingos eran geniales. Todos los domingos ensayaba con mis amigos en un local. Fue mi primer grupo. Empezamos todos de cero a tocar, cada uno en su instrumento, y nos pegábamos miles de horas repitiendo las canciones una y otra vez. Antes estuve viendo grabaciones y sonábamos horribles, pero era genial ❤️ Recuerdo esa época como una de las más bonitas de mi vida. Mis inicios con la guitarra 🎸

Y sé que dentro de unos años recordaré estos domingos en Galway, porque también se acabarán. Domingos tranquilos y musicales. Domingos guitarreros. Domingos en los que pruebo a cantar canciones que antes era incapaz, algunas con éxito y otras todavía es pronto y me digo a mí mismo “Gato, paciencia, esta canción saldrá más adelante!” 🎵

Siempre recordaré estos domingos en los que voy a actuar al pub Roisin Dub de Galway. Mis primeros pasos como solista. Domingos con un cosquilleo en el estómago, nervioso, pero a la vez convencido. Domingos de soltarme, exponerme y vencer miedos. Adoro estos domingos. Domingos que no cierran una semana, sino que dan la bienvenida a un lunes maravilloso ❤️